Ya hablé del transformismo y de la
independencia de las tendencias sexuales de quienes lo practican.

Pero de una forma básica y barata,
teniendo un sujetador, o como a mí me gusta, un bikini (para mí
preferentemente de pequeños triangulitos y cuerdas) basta con llenar
unos globos con agua templada y colocarlos en el lugar de tus pechos.
Notarás cómo el peso hace funcionar las tirantas del bra, y bien
sujetos y una vez vestidos, tumbarnos, andar, saltar… se nos puede
hacer tremendamente excitante, ya que la sensación por su peso,
volumen, tacto, movimientos, botes… es de que tienes unos pechos
reales.
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