Recuerdos de un magnífico verano.
Tonteo de un niño de 12 años con las chicas de su pandilla en la
plaza de abajo. ¡Ay que te cojo!, ¡Te tiro del pelo!, te quito la
sandalia, jiji, jaja. ¡Cuánta excitación me producía eso! Y
todavía no tenía sentimientos explícitamente sexuales. Me gustaba
ese cosquilleo en la barriga. Me gustaba especialmente una de ellas.
Ella una tarde antes de irnos a casa se quitó la goma del pelo que
cogía su coleta y me la regaló. ¡Qué excitación! Ya en mi casa,
me fui a mi cuarto y me puse la goma en mi muñeca ¡Cómo olía!
Pensando en ella, mi pene desde hacía unas semanas, se ponía muy
duro. Nunca me había masturbado, ni había visto pornografía ni se
me pasaban esas cosas por la cabeza todavía.
PD. Puedes leer las entradas del blog numeradas en el orden de los números para ver mi evolución
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