lunes, 11 de mayo de 2015

Sensaciones de fetichismo transformismo masculino

Un hombre solo en casa. Oculta su pene (ENLACE), se pone unas braguitas pequeñas al gusto (normales, tanga, coulotte… algodón, encaje…), se pone la parte de arriba de un bikini, desliza por sus piernas unos leggings bien apretados, se pone una camiseta de manga larga ajustada, se pone un vestidito de tirantes y falda siempre por encima de las rodillas. Peluca, abundante base de maquillaje por toda la cara. Colorete, pintalabios, sombra de ojos, rimmel, unos taconazos. Excitación al límite.
O si no, con unos pantalones súper ajustados como decíamos antes (ENLACE), con tu pene oculto bien tirante hacia atrás. Con el pubis de tu nueva vagina bien apretadito. Mirarte de lado en un espejo de cuerpo entero, el culito que te hace ese pantalón, cómo sostiene tus glúteos separándolos en dos conforme baja la costura central y entra en zonas prohibidas. Cómo es la curva que hace por delante la cremallera y el tiro del pantalón, que se esconde sensualmente entre las piernas. Permanecer así vestidos un rato, sentarnos viendo una peli porno, sentir nuestro peso sobre el pene. Ponernos de pié, mantener las piernas levemente flexionadas como agachándonos unos centímetros, y mover nuestra pelvis hacia delante y hacia atrás, y tocarnos desde atrás donde -nadie lo diría- tenemos el glande. Acariciarlo, darle golpecitos…

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