Siempre me han gustado esos relatos
(extraños e infrecuentes relatos) en los que un chico solo en una
extraña posición se hace eyacular de forma que le cae su propio
semen en la cara o incluso que forzosamente tiene que tragárselo.
Siempre he sentido curiosidad por esto
y alguna vez lo he intentado. Una de las veces que más cerca estuve
de conseguirlo fue poniéndome en el cabecero de la cama con la
espalda apoyada en el cabecero, la cabeza en el filo del colchón y
las piernas hacia arriba, pero con esta postura yo mismo no fui capaz
de eyacular.
También confesaré que he echado el
semen alguna vez en un vaso de chupito con intención de tomármelo.
Pero lo cierto es que tras eyacular, como ya dije, se me pasan esas
ganas locas de bondage durante unos minutos y no me he sentido lo
suficientemente excitado como para tomármelo.
¿Algún comentario?
Me encantan además los vídeos en los
que la/s chica/s come/n semen.
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