Ya hablé de mi prima. Nos queremos
como familia pero no hay ningún tipo de tensión sexual entre
nosotros (algo que es más normal de lo que puede parecer). Es de mi
edad y para qué negar que tiene muy buen físico.
Dentro de mi afición al "fetichismo transformismo privado" y a masturbarme sintiendo sobre mi cuerpo el
tacto que sienten las mujeres con prendas femeninas puestas (bragas,
sujetadores, pantalones ajustados, leggings, vestidos falda, monos,
tops, bisutería, zapatos altos…) siempre he buscado formas de -sin
perjudicar a nadie- darme placer.
Mi prima y yo aunque vivimos en la
misma ciudad, solemos vernos poco. Una de las pocas cosas que nos
quedan en común es la casa familiar del pueblo. A pocos minutos de
la ciudad, la vieja casa donde pasábamos los veranos sirve ya para
reuniones familiares y habitualmente como trastero. Todos los de la
familia tenemos llave y podemos ir cuando queramos.
Pues qué alegría sentí al descubrir
que mi prima no tiene en su piso sitio suficiente para guardar la
ropa de verano y de invierno a la vez. Va en el cambio de temporada
al pueblo a dejar un montón de cajas con su ropa de verano/invierno
(según corresponda) y a llevarse la otra. Así que estoy
frecuentando el pueblo ahora mensualmente, debido a la tranquilidad
de poder llevar a cabo mis prácticas sexuales solitarias favoritas
en esa casa en la que nadie me va a molestar, y con un amplio surtido
de ropa femenina a mi disposición para darme gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario